Bueno pues volvemos a contar un viaje, y como hace 2 años, un viaje muy especial, ya que si hace dos años nos fuimos a la búsqueda de Papa Noel, esta vez nos hemos ido a buscar a los Reyes Magos y hemos cambiado la fría nieve del polo Norte por la arena del desierto del Sahara.

Para este viaje hemos vuelto a confiar en Travelkids, que fueron los organizadores del viaje a Sariselka (para buscar a Papa Noel) y del que quedamos gratamente satisfechos.
La duración del viaje ha sido del día 28 de diciembre al día 1 de enero y lo cierto es que empezó con una pequeña inocentada por parte de Air Europa ya que el avión que tenía que venir cargado de Madrid con el resto de los expedicionarios se averió.
Por suerte Nacho y su equipo gestionaron con eficiencia el problema y consiguieron que el avión procedente de Madrid saliera y llegara a Barcelona, eso sí, las 2-3 horitas de retraso fueron una pequeña incomodidad (que nos compensaron con unos tiquets para tomarnos algo en el aeropuerto mientras esperábamos, algo que siempre se agradece).
El viaje (Comienza la Gran Aventura)
Tras dos horas de vuelo más o menos aterrizamos en el peculiar aeropuerto de Errachidia, antiguamente llamada Ksar es-Souk y que era una ciudad militar que sirvió de base a la Legión Extranjera francesa, una ciudad que surgió a principios del siglo XX y que está construida en formando un damero al más puro estilo militar.
Deciros que en la ciudad hay bastantes talleres ya que se trata de una ciudad estratégica para “atacar” las dunas del desierto, vaya que aquí encontrareis repuestos si es que vais por vuestra cuenta y vehículo.
Tras el vuelo y una interminable cola para pasar inmigración (ya nos había advertido el equipo de Travelkids que nos armáramos de paciencia para este trámite) salimos del aeropuerto y nos recibió una especie de haima con cacahuetes, pasteles típicos y te a la menta, todo ambientado por la música local.
Allí nos esperaban los diferentes 4×4 que nos tenían que llevar a nuestro destino, el hotel Xaluca en Arfoud (que es la capital del Tafilalet y que es la puerta de entrada al Erg Chebbi, el desierto de las dunas).

Tras uno 45 min aprox de trayecto llegamos cansados y hambrientos al hotel, un hotel que ya nos dijo Nacho y su equipo que nos daría de cenar llegáramos a la hora que llegáramos, y así fue ya que a la llegada solo tuvimos que irnos a buscar nuestra mesa y cenar tranquilos.

Decir que nuestras maletas habían partido con unos camiones y que no tuvimos que preocuparnos por ellas, nos las encontramos dentro de nuestras habitaciones al llegar de cenar, aparte los de Travelkids nos hicieron unas tarjetas en que nos aparecía información valiosa y que colgamos de nuestras maletas, una información que era nuestro número de 4×4, en nuestro caso el 16, el número de habitación, la 99, el número de haima (que necesitaríamos para el día siguiente), la 11 y el número de mesa, en nuestro caso la 11 también (deciros que nosotros éramos un grupo numeroso, ya que íbamos unas 20 personas y nos repartieron en dos mesas, la 11 y la 12 ya que todos juntos no cabíamos en una).

En total en el viaje había 4 grupos, Osa Mayor, Osa Menor, Orión y Casiopea, y nos dividimos en 2, las osas por un lado y Orión y Casiopea por el otro.
Os contare como fue en este caso el viaje para Orión y Casiopea, y decir que la única diferencia con los otros dos grupos es el tiempo, nosotros fuimos primero a las haimas y ellos fueron dos días más tarde.
A las 10 de la mañana nos subimos a los 4×4 y de la mano de Explorer Kid empezamos a seguir un mapa, un mapa que si había suerte nos tenía que llevar a encontrar el gran objetivo del viaje, que no era otro que encontrar a sus majestades los Reyes Magos en su trayecto secreto para llegar hasta casa de cada uno de nosotros el día de reyes.
Empezamos el trayecto en la parte del desierto conocida como “reg” que es una zona desértica llena de grava y piedras, de ahí pasaríamos al erg que es la zona de arena y dunas.

La primera parada fue en un pozo en medio del desierto, y donde nos recomendaron que a menos que fuera estrictamente necesario no bebiéramos agua, ya que digamos que nuestros estómagos no están acostumbrados al agua de la zona y podría ser que nos causara ciertos problemas estomacales.
Lo segundo que hicimos fue subir a la montaña Lunar, un lugar que realmente parece la luna y en el que hay que ir con un pelín de cuidado porque como te caigas te clavas piedras hasta en el DNI y es una zona donde se desprenden rocas y piedras con facilidad, vaya que vas subiendo y es fácil resbalarse y caer.

Tras este primer punto clave en el mapa nos fuimos a buscar el campo de fósiles donde vimos diferentes ejemplos de fósiles de trilobites que son una clase de artrópodos ya extinguidos y que nos demuestran que antiguamente la zona del Sahara estaba bajo las aguas del mar.

De ahí saltamos al oasis donde nos pegamos una comilona tremenda, muy recomendables las mandarinas, que cosa más buena.

Tras coger fuerzas y energías seguimos la marcha en busca de nuestra próxima parada…los dromedarios, con los que subimos unas cuantas dunas y vimos la puesta de sol, tras jugar un buen rato con la arena del desierto nos fuimos hacia las haimas, que fue donde pasamos la noche.

Una vez en las haimas, que tienen ducha y baño (pero que con el frio que hace no hubo narices de ducharse) Explorer kid cogió a grandes y pequeños y nos llevo a pasear por las arenas del desierto.
Equipados con las luces de cabeza que les proporciono Travelkids a los pequeños y alguna que traíamos de casa nos pusimos a buscar para ver si encontrábamos alguna pista de los reyes magos.
La verdad es que tuvimos mucha suerte de tener al lado a un explorador de la talla de Explorer Kid ya que tras un rato paseando por el desierto vimos unas luces a lo lejos, nos acercamos con sigilo y…. premio, encontramos a los Reyes Magos.
Decir que el momento en que todos los críos salieron en estampida a encontrar a sus Majestades fue inolvidable y mágico y solo por ese momento ya vale la pena todo el viaje.
Con el objetivo cumplido y con mucho frio y hambre volvimos al campamento, donde tras jugar un ratito con los monitores nos fuimos a cenar.

El siguiente día salimos a las 10 de la haima y subimos a los 4×4, nos quedaba un poquito mas de desierto, visitar un pueblo en que los antiguos esclavos africanos se establecieron.

Tras eso seguimos hasta el hotel donde disfrutamos de sus instalaciones y donde nos pegamos un baño tremendo en la piscina interior del mismo.
Si repasamos vemos que llegamos el 28, el 29 salimos y tuvimos la gran suerte de encontrar a los reyes, el 30 volvimos al hotel y el 31 lo aprovechamos para salir con los 4×4 y dar “una vuelta” por el desierto, donde fuimos a ver una serie de esculturas y construcciones que se le ocurrió poner en medio de la nada a un alemán, en concreto vimos la Himmelstreppe mas conocida como “La escalera Celeste” que es una escalera de 23 metros de longitud,16 metros de alto y 52 peldaños a la que por desgracia no pudimos subir porque estaba en mantenimiento.



De ahí fuimos a la Ciudad de Orión que es el ultimo proyecto en realizarse (1998 – 2003) y que es un complejo de 6 torres de adobe de entre 4 y 15 m de altura y que sirve de observatorio de las siete estrellas que conforman la constelación de orión.
Por último pasamos al lado, sin pararnos de “La Espiral Aurea” un edificio que esta destinado a la observación de los fenómenos celestes Goldene Spirale, una estructura que se eleva poco a poco hasta un punto máximo de 6 m de altura.

Tras visitar estos puntos volvimos al hotel, eso sí, entre medias nosotros pinchamos una rueda, algo que hizo que nos quedáramos atrasados antes de llegar al primer punto que era la escalera y que nos sirvió para disfrutar de la conducción en plan Rally Dakar de nuestro guía, que una vez arreglo la rueda piso gas a fondo y la verdad se pego un sprint tremendo por el desierto.
Tremendo…y tremendamente divertido, porque ir a toda leche por el desierto, oyendo las piedras golpear los bajos del vehículo y nosotros rebotando dentro del 4×4…la verdad estuvo muy divertido…cansado…pero divertido.
Antes de llegar al hotel se nos hizo un tour por el interior del palmeral, un tour donde vimos la inmensa cantidad de gente joven que alberga el mismo y como está más o menos estructurado.
Tras llegar al hotel, comimos y los peques se fueron a ver una peli, los mayores aprovechamos para hacer lo que quisimos, unos se pegaron un sieston, otros se fueron de compras a Arfoud y otros a bañarse a la piscina.
Por la noche celebramos la llegada del nuevo año en una sala especial del hotel donde nos pusimos las botas, hicimos un poco el animal cantando y bailando y donde recibimos el 2019 de una forma divertida.
El ultimo día dejamos las maletas preparadas y subidas a diferentes camiones y nos fuimos a Risani, una población cercana donde nos paseamos por su pequeño zoco y donde vimos su mercado de ganado, Risani tiene también una cosa curiosa, su aparcamiento de burros, un parking que por desgracia no estaba excesivamente lleno.
Los lugareños suelen usar burros para desplazarse y cuando van al mercado los “aparcan” en el susodicho parking.


Del Zoco poco que contar, es pequeño, lleno de tiendas, y curioso, la mezcla de olores y aromas es…”peculiar” y el ver el pescado y como cortan las carnes en ese ambiente es curioso, eso si ver las cabezas de cabra cortadas por los suelos impresiona.

Tras eso volvimos al hotel a comer y tras comer nos fuimos hacia el aeropuerto, antes hicimos una parada en un mirador donde sacamos unas estupendas y maravillosas vistas del palmeral.

Una vez en el aeropuerto (atención si queréis comprar souvenirs…hacedlo antes de llegar al aeropuerto porque no hay ni un mísero bar ni una mísera tienda) nos volvimos a armar de paciencia para pasar el control aduanero.
Tras un ratito por allí, salimos a la pista y nos subimos al avión, que salió con retraso por culpa de la torre de control que no le daba permiso para salir.
Puntos fuertes y puntos mejorables.
Sin duda ese esprint de los críos para encontrar a los Reyes Magos vale su peso en oro y hace que todo valga la pena, personalmente me lo he pasado muy bien en el desierto, es cansado, y duro pero lo cierto es que la experiencia vale mucho la pena.

Como punto no débil pero si diferente decir que el viaje a Buscar a Papa Noel esta mucho mas pensado para que los críos estén entretenidos (tienen muchas más actividades ya que si recordamos todo ocurre en Sariselka) en este el volumen de cosas para críos se reduce, y ojo es lógico porque aquí hemos de movernos mucho para ir de un punto a otro y lo cierto es que tantas horas de coche agotan.

Ojo, no es una crítica, solo es la constatación de un hecho.
Otro punto fuerte, fortísimo a mi entender es el equipo que lidera Nacho, que se desvive por y para todos y que llevan a cabo un trabajo extraordinario, además tienen una cosa a mi entender buenísima, aceptan las criticas y aprenden de ellas.

Como ejemplo os pongo la que les hice yo el día que tuvimos la suerte de encontrar a los Reyes, por culpa de los camelleros nos salimos del “horario” previsto, y fuimos a cenar todos muy tarde, eso provoco tras un día agotador, lleno de emociones muchos “peques” se quedaran fritos durante la cena, y que muchos no llegaran ni a cenar, este hecho se lo comente a diversos miembros del Staff y se que tomaron medidas para que no se repitiera en el futuro.
Comentario final
Mucha gente me pregunta ¿Qué viaje es mejor, este o el de papa Noel? La verdad…no sabría que contestaros, ambos son una maravilla, ambos son mágicos, ambos son divertidos y ambos son agotadores, quizás el del Papa Noel tenga un punto más para los críos porque se realizan muchísimas mas actividades para ellos y este un poquitín mas para los padres ya que hay mas visitas a diferentes puntos (pueblos, haimas, esculturas en el desierto, zocos, paseo en quad…).

Si me pedís que os recomiende uno…no puedo, en los dos la experiencia ha sido una maravilla, el trato por parte de Nacho y su equipo un lujo brutal.

Sin duda el punto más débil de todos es que se hace corto, muy corto, pero eso sí…la intensidad del viaje y las emociones hacen que sea corto…pero agotador
Una resposta a “Viaje mágico a Marruecos en busca de Sus Majestades los Reyes Magos”